A las 12:00 horas aterrizamos en la fiesta campera. Me subieron Maite y Carlos.
A las 13:45 nos bajamos Maite y yo al pueblo. Ella a poner la comida a su suegra, yo a dar una medicina a mi padre.
Como cada año la Fiesta Campera ha sido un triunfo a pesar de que hubo intrusos llamados agua y mucho frío.
Gracias a todas las personas que colaboran y dedican mucho tiempo a que esta fiesta año tras año pueda seguir en pie. No es que me gusten mucho toros, pero bueno, es lo que hay.
La vaquilla hizo de las suyas, se metió por el burladero y tuvo en jaque a los chic@s que allí había. Unas risas no vienen mal.
La joven que se quedó parada, no le hizo nada, ni intentó ir a por ella. Van al movimiento.
Buen recortador.
Al menos en este tipo de fiestas no hay sangre del animal y no se le maltrata.
Repartiendo alitas
Si reparten y no comen, no las prueban porque a las horas que las dan todos lampamos.
Cuatro señoras paellas.
Hay que intentar saltar donde no haya hierba que a este mozo la hierba le jugó una mala pasada y no pudo saltarse la vaquilla porque se resbaló. Algún que otro raspón llevaba, pero nada grave.
Ummmmmmmmm, los huevillos llevaron un buen masaje.
Como si fuera a cámara lenta
Tercera posición
Por fin en el suelo y sin muchas consecuencias, nada más que algún que otro rasguño.
Los mozos es lo bueno que tienen que enseguida van a socorrer a quien la vaquilla le zarandea.
Hola Paquita y su marido
El día estaba muy desapacible, pero ahí aguantamos el tirón.
Si no estoy mal informada se repartieron unas 730 raciones de paella.
La finca estaba a tope. Igual que estaba esta parte, estaba la parte de atrás.
Esta foto la tomó Antonio
Esta otra también
Después de comer me fui con Carlos y Maite, Jesús y Juli, Vicente y Petri a caminar.
Yo no es que tuviera que bajar el arroz, que no lo comí, comí judías verdes con patata y zanahoria, rehogadas con aceite y vinagre. Unos mejillones y calamares en salsa de gazpacho. La misma comida que le dejé a mi padre, la comí yo.
Caminamos carretera abajo hasta Navalmojar. Un buen paseo.
Qué bonito como da de mamar a su becerrillo.
Después de dos horas caminando volvimos a la capea.
Otro ratin de vaquillas y enseguida se puso a llover.
Yo me bajé con Maite y Carlos sobre las 18:30 horas porque llovía y ya no se podía estar allí.
Y terminó la fiesta hasta que volvió Antonio a las 21:30
Todo el día estuve soltera, sin mi media naranja, menos a la hora de la comida.
Si algún padre/madre de algún menor no quiere que su hijo salga en las fotos, ruego me lo digan y las quito de inmediato. Graciassssssssssssss.